El dólar “cara grande” y el “cara chica”.
Con el mercado cambiario informal en el que se opera el dólar blue, que hoy cotiza nuevamente al alza, los billetes en las “cuevas” van y vienen. Pero no todos son iguales, y aunque no hay motivos reales, algunos valen más que otros.
En el mercado cambiario informal existe desde hace años una diferenciación entre distintas emisiones del billete de dólar. Se trata de los dólares “cara chica” y los “cara grande”. Por los primeros se llega a pagar hasta 5% menos y muchos ahorristas no los quieren.
Los llamados dólar “cara chica” son los que se imprimieron en los Estados Unidos hasta el año 1996. En el billete de USD 100 está Benjamin Franklin dentro de un marco ovalado y que, en términos de dimensiones, es más pequeño en comparación con las versiones impresas más tarde.
Las cuevas pagan menos por esos billetes y también los venden más baratos. Aunque son totalmente de curso legal los ahorristas los rechazan. Se llega a pagar entre 2% y 5% menos porque en teoría son “más difíciles de mover”.
“Se advierte a los consumidores de todo el mundo que NO es necesario cambiar los billetes de USD 100 del diseño anterior por los nuevos. Es la política del Gobierno de los EE.UU. que todos los diseños de la moneda de los EE.UU. sigan siendo moneda de curso legal, independientemente del momento de su emisión”, anunció la FED en 2013, la última vez que renovaron el diseño del billete.
La versión más reciente de los billetes estadounidenses es la que tiene una banda azul que lo atraviesa y la cara de Franklin aparece en primer plano, sin el óvalo. Ese es el billete llamado “cabeza grande”, y la banda azul es una medida de seguridad adicional con la que se busca evitar las falsificaciones.
Aunque no hay motivos “legales”, los “arbolitos” toman los billetes viejos de USD 100 con descuentos. Ocurre lo mismo con los dólares de menor denominación.
En los bancos el problema surge a la hora de retirar, porque los ahorristas prefieren los billetes “cara grande”. No así para depositar, dado que las entidades tienen la obligación de aceptar cualquier tipo de moneda de curso legal.
La solución para los billetes viejos es dárselos a alguien que vaya a EEUU, porque allá son de curso legal, y que los cambien por billetes cabeza grande.